Del paisaje infinito al verde perfecto: la transformación del Termas de Río Hondo Golf Club

1 diciembre, 2025

Donde antes solo había extensión árida y horizonte, hoy se levanta uno de los campos de golf más prestigiosos de Sudamérica, reconocido internacionalmente por su diseño, su biodiversidad y su impacto en la comunidad local.

En un sector de Termas de Río Hondo donde alguna vez reinó la nada, hoy florece el Termas de Río Hondo Golf Club, un campo de 18 hoyos diseñado por el reconocido estudio Robert Trent Jones II, que transformó por completo la fisonomía del lugar y abrió nuevas posibilidades para los habitantes de la zona.

Para lograr el característico manto verde, se sembró paspalum, un césped especialmente elegido por su resistencia a las altas temperaturas y por mantener su color intenso durante todo el año. Este detalle técnico fue clave para convertir un terreno árido en un espacio deportivo de nivel internacional.

El diseño del campo hace un uso estratégico del viento, sumando desafíos naturales a los jugadores. El predio cuenta con un Club House de lujo, zona de práctica, 50 carros eléctricos nuevos, bar móvil y restaurante. Su nivel lo posicionó como sede de torneos internacionales y lo convirtió en ganador de premios en los World Golf Awards, consolidándolo entre los mejores de Sudamérica.

El paisaje se completa con una sorprendente presencia de fauna: flamencos, chajás y múltiples especies nativas conviven en lagunas y zonas cercanas, convirtiendo al campo en un escenario singular donde naturaleza y deporte se fusionan.

Sin embargo, más allá de lo técnico, la verdadera transformación ocurrió en la vida de los vecinos. Para quienes habitan la zona, ver surgir este proyecto fue un salto cuántico: un antes y un después que abrió el mundo ante sus ojos. De un futuro incierto pasaron a recibir visitantes de todas partes del planeta, siendo testigos de cómo su tierra se convertía en un destino turístico y deportivo codiciado.

Hoy, el Termas de Río Hondo Golf Club es mucho más que un campo de golf: es un puente hacia nuevas oportunidades, un orgullo local y un espacio donde el verde infinito se vuelve una invitación a descubrir un paraíso lúdico en el corazón santiagueño.