El fin de la deforestación y la restitución de los bosques: el acuerdo más esperanzador de la COP26

En la COP26 100 países se comprometieron darle fin a la deforestación para el 2030. ¿Por qué este acuerdo es clave? ¿Por qué es distinto a los que ya había? Aquí te contamos lo que necesitas saber.

En el marco de la Cumbre Climática COP26 que se celebra en Glasgow, Escocia, más de 100 líderes mundiales se comprometieron a terminar con la deforestación para el 2030.

Los países que han suscrito este acuerdo -incluyendo a Canadá, Brasil, Rusia, Colombia, Bolivia, Chile, Estados Unidos y la República Democrática del Congo- cuentan con el 85% de los bosques que hay en el planeta.

Este acuerdo incluye una financiación que alcanza los US$19.000 millones de parte de fondos privados y públicos. 

En 2014, unos 40 países del mundo adhirieron a la Declaración de Nueva York sobre los Bosques que fue un acuerdo voluntario y legalmente no vinculante sobre la deforestación que pretendía acabar con la mitad de la deforestación para 2020 y detenerla del todo para 2030.

Según datos de World Resource Institute (WRI) publicados en su plataforma Global Forest Watch el planeta perdió un área de cobertura arbórea más grande que el Reino Unido en 2020 el año en que la deforestación debía reducirse a la mitad.

Según la FAO, el mundo perdió 10 millones de hectáreas de bosques cada año entre 2015 y 2020, en comparación con 12 millones de hectáreas anuales entre 2010 y 2015.

A su vez, desde 1990 se perdieron 178 millones de hectáreas de bosque, una superficie similar a Libia.

Sin embargo, ahora hay optimismo ya que el nuevo acuerdo, a diferencia del 2014, fue suscripto por Rusia y Brasil que concentran la mayor cantidad de bosques en el mundo con 815 y 497 millones de hectáreas respectivamente. 

¿Por qué es tan importante este avance?

Los bosques cubren aproximadamente el 30% de la superficie terrestre, son fuentes y sumideros de dióxido de carbono (CO2) capaces de absorber un billón de toneladas de este gas que provoca el calentamiento global, evitando que este se libere a la atmósfera.

Por eso mismo, la tala masiva de árboles en los bosques agudiza la crisis climática y además provoca la pérdida de biodiversidad con la destrucción de hábitats y las dificultades para la conservación de especies.

Una de las principales causas de la deforestación tiene que ver con el avance de la frontera extractiva para el agronegocio y los incendios provocados por las sequías generadas por los eventos climáticos extremos.

En Brasil, el ultraderechista y negacionista Jair Bolsonaro, ahora preocupado por la deforestación, prometió a la bancada ruralista un mayor avance de la frontera agropecuaria, eliminando controles ambientales, desmantelando instituciones claves para la política ambiental y agraria (Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria -INCRA-, la Fundación Nacional del Indio (FUNAI), el Instituto Chico Mendes).

La deforestación en áreas protegidas dentro de la región amazónica en Brasil aumentó un 40% en  2019 respecto del mismo mes en 2018, alcanzando un total de 920 kilómetros cuadrados. 

Argentina

En su informe anual de deforestación en el norte argentino publicado en febrero de este año, Greenpeace advierte que, a pesar de las restricciones impuestas por la pandemia de Covid-19, durante 2020 la deforestación fue superior al año anterior. 

Según el reporte, la pérdida de bosques nativos el norte de Argentina fue de 114.716 hectáreas durante el año pasado (Santiago del Estero 32.776 hectáreas, Jujuy 30.071 hectáreas, Salta 20.962 hectáreas, Formosa 17.779 hectáreas, y Chaco 13.128 hectáreas). 

Cerca del 80% de los desmontes se concentran en el norte del país. Las principales causas de la pérdida de bosques nativos son el avance de la frontera agroextractiva (para ganadería y soja transgénica) y los incendios forestales, señala la organización ecologista.

A pesar de que existe una Ley de Bosques desde 2007 que obliga a cada provincia a categorizar sus áreas silvestres según su importancia ecosistémica, la normativa todavía no se ha puesto al día en la mayoría de las jurisdicciones del país.

Está categorización abarca desde la conservación hasta la posibilidad de transformación para la agricultura, pasando por el uso sustentable del bosque.

Anuncios de Alberto en la Cumbre sobre la deforestación

El presidente Alberto Fernández anunció en la COP26 que se tomarán “medidas profundas para erradicar la deforestación ilegal, tipificándola como delito ambiental” y, para ello, se girará al Parlamento un nuevo proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos.

A su vez, el mandatario destacó que “la protección y el uso sostenible de los bosques constituyen una prioridad para la Argentina y el cuidado de nuestra casa común”. “Por eso apoyamos la iniciativa y el compromiso de los líderes en el marco de la Declaración sobre bosques y uso de la tierra. En la salud de nuestros ecosistemas está la salud de la humanidad. Por eso necesitamos diseñar un mecanismo de pago por servicios ecosistémicos y repensar los medios de implementación para dar lugar a una nueva economía del cuidado”.

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Fernanda Andrea Sanchez
Coordinación general y periodística

Martín Zevi
Coordinación del Dpto. Audiovisual

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