El lunes el empresario de una de las más fuertes contratistas del Estado en Argentina, Sergio Tasselli será acusado por contaminación de la Petroquímica Capitán Bermúdez, junto a su hijo y su yerno.
Sergio Tasselli tiene 76 años y desde 2004 dirigió una veintena de empresas que explotan la generación de energía, metalurgia (Aceros Zapla, Materfer), maquinaria agrícola y sector agropecuario.
La actividad de la Petroquímica Capitán Bermúdez, al promediar 2015, era extremadamente peligrosa por poseer instalaciones deterioradas, sin mantenimiento y no aptas para la fabricación de sustancias como cloro o clorobenceno. Eso estaba indicado en un informe de la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia que motivó una orden del gobernador a la Fiscalía de Estado a iniciar acciones legales contra sus directivos.
Sin embargo, pese a contar con dictámenes que registraban la evidencia de la contaminación en dos pericias distintas, el ex fiscal regional Patricio Serjal ordenó interrumpir la causa que imputaba a los directivos de la empresa por constatado daño ambiental contra la salud humana. Y el fiscal de Estado adjunto Gustavo Luzzini, pese a la orden recibida, no avanzó con este trámite.
La audiencia que será presidida por el juez Carlos Andrés Gazza está convocada para el lunes próximo a las 10 en los Tribunales de San Lorenzo.
A los directivos Sergio y Máximo Tasselli y Matías Gallego les imputarán contaminar dolosamente de un modo peligroso para la salud y el medio ambiente con residuos peligrosos, un delito especial regulado por la ley nacional 24051, que supone penas de tres a diez años de prisión, excepto cuando el resultado de esa acción produzca una muerte. Allí las sanciones pueden llegar hasta 25 años.
Los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra creen como muy posible que Serjal haya aceptado frenar la acción penal contra la empresa, que había ocasionado un daño ambiental irreversible, por la misma lógica que motivó su protección al juego clandestino, delito que lo tiene preso hace seis meses: el cobro de sobornos.
La idea que moviliza a los fiscales contra Serjal es que éste utilizó la decisiva influencia emanada de su cargo para no perseguir un delito gravísimo de contaminación constatada para la salud humana y el medio ambiente.
———————–Fernanda Andrea Sanchez
Coordinación general y periodística
Martín Zevi
Coordinación del Dpto. Audiovisual