«Almamula», una película bien santiagueña, hace castings para rodarse en febrero

El largometraje «Almamula», de Juan Sebastián Torales, que obtuvo el premio Eurimages al desarrollo en la edición 2019 del Festival de Cine San Sebastián, es una coproducción entre Francia y Argentina, que a fines de febrero será filmada íntegramente en Santiago del Estero y que cumplirá hoy el segundo de sus tres días de casting.

Bajo dirección de casting de Mariana Mitre, esta coproducción entre Argentina y Francia convocó de forma presencial a actores y no actores residentes en la provincia de Santiago del Estero, de entre 10 y 70 años.

«‘Almamula’ es el nombre de mi ópera prima, un largometraje de ficción que concebí hace seis años en París, pero que se estuvo gestando en algún lugar de mi inconsciente prácticamente una gran parte de mi vida», confesó Torales durante una entrevista con Télam.

El cineasta radicado en Francia, repasó el proceso creativo para su primer filme «con las inseguridades y los miedos de enfrentarme a la página en blanco, pero terminé escribiendo una historia ubicada en Santiago del Estero, mi provincia natal que deje hace ya 15 años».

Troales sostuvo que al escribir el guión, «no pude evitar conectarme con mis orígenes, mi infancia en el monte santiagueño, las cosas que aprendí y me marcaron en esa etapa de mi vida y entre ellas, la leyenda del Almamula».

«Cuando me contaron sobre Almamula, me fascinó y todos los días me iba al monte a ver si la encontraba, a ver si se dignaba a aparecer; pero debo aclarar que esta película no es una reproducción de la leyenda, el punto de partida es un drama universal, algo que le puede pasar a cualquier persona en cualquier parte del mundo», puntualizó.

«Hasta que me animé a volcarla al papel, con todas las inseguridades y los miedos de enfrentarme a la página blanca, y terminé escribiendo una historia en Santiago del Estero, mi provincia natal que deje hace ya 15 años», remarcó.

Al escribir el guión, «no pude evitar conectarme con mis orígenes, mi infancia en el monte santiagueño, las cosas que aprendí y me marcaron en esa etapa de mi vida y entre ellas, la leyenda del Almamula«.

«Cuando me la contaron, me fascinó, todos los días me iba al monte a ver si la encontraba, a ver si se dignaba a aparecer; pero debo aclarar que esta película no es una reproducción de la leyenda, el punto de partida es un drama universal, algo que le puede pasar a cualquier persona en cualquier parte del mundo», puntualizó.

La película, primer proyecto argentino en recibir el Premio Eurimages al Desarrollo de Coproducción en el VIII Foro de Coproducción Europa-América Latina en el 67mo. Festival de San Sebastián, ganó allí a partir de plantear la historia de Nino, un niño de 12 años que es agredido por ser homosexual, y para protegerlo, su padre acepta un trabajo en una zona rural santiagueña a la que se muda la familia y donde Nino descubre la leyenda del Almamula, una criatura que vive en el monte y se lleva a quienes cometen un acto sexual impuro.

«Aquel primer premio –evocó- fue muy motivador para el futuro del proyecto y más tarde llegaron otros premios e incluso a fines del año pasado se agregó el apoyo unánime del INCAA«.

Sobre ese primer bosquejo de trama laureado en Europa, Torales comentó que «la película se encuentra en la intersección de varios géneros, soy un gran seguidor del cine de autor, pero también del cine clase B y las películas de terror«.

«Siempre quise que mi película contuviera tintes de terror, un terror diferente, un terror que nazca de los instintos humanos más básicos y todo eso englobado en un ámbito de lo desconocido como para el espectador medio puede ser el caso de esta leyenda del monte de Santiago del Estero «, dijo.

Con entusiasmo y emoción, el realizador apuntó que «no fue tarea fácil pero trate de volcar un poco de todo esto en el guion y cuento las horas para por fin salir del lenguaje escrito y llevarlo al lenguaje visual«.

Torales consideró a esta película «como un producto sin artificios. Si bien invoco a lo sobrenatural al referir a un monstruo, yo pienso a esta película como algo libre de toda intención efectista, quiero que todo sea lo más natural posible».

«Es más que nada para hacer un producto lo más fiel al lugar donde fue pensado y concebido, una obra digna de Santiago del Estero», resaltó con emoción.

Al ser consultado sobre las escenas y el ambiente del filme, el artista dijo que «lo único que puedo decir es que quiero sublimar todos los decorados naturales de Santiago, en donde la gente en el cine pueda vivir una experiencia sensorial, los sonidos, el calor, el agobio y las siestas interminables».

«Cuando hablo de esto –abundó- me enorgullece ver el camino recorrido y que una historia del interior del país, sobre todo de Santiago del Estero, haya resonado a nivel internacional, que la gente de afuera haya apoyado al proyecto y que les intrigue conocer este tipo de lugares, este tipo de historias«.

En ese sentido, Torales reflexionó que «no todo lo que pasa en Argentina pasa en Buenos Aires y esto es un signo de algo» y añadió que «hay muchas voces en las provincias listas para contar sus historias, esta es la mía, es una gran oportunidad que se me da, y la quiero aprovechar».

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Fernanda Andrea Sanchez
Coordinación general y periodística

Martín Zevi
Coordinación del Dpto. Audiovisual

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